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¿Qué no es el Mindfulness?

- No es una técnica de relajación. Aunque con la práctica lograrás un estado de relajación.
- No es una forma de trance ni de hipnosis. No pretende dejar la mente en blanco, aunque mirado desde afuera lo pareciera, al llegar a un estado de concentración profunda.
- No es una práctica misteriosa. Sin embargo, no es algo de lo que podamos hablar o comprender en abstracto, sino algo que debe ser experimentado.
- No pretende promover experiencias paranormales. El objetivo de la meditación es el desarrollar la conciencia. No pretende ni aspira desarrollar la telepatía ni la levitación. Su objetivo es la liberación.
- La meditación no es peligrosa. No más que caminar por las calles, donde puedes ser atropellado, o resbalar en la ducha y romperte el cuello. Probablemente, si meditas, debes enfrentarte algunas cuestiones desagradables de tu pasado. Las cuestiones reprimidas pueden llevar enterradas tanto tiempo que su emergencia produzca miedo.
- La meditación no es sólo para santos y gurús. Esto es una actitud imperante en Oriente, donde monjes y ascetas reciben una admiración parecida a la que occidente otorga a las estrellas de cine y a los deportistas de élite.
- La meditación no es para escapar de la realidad. Esta es una idea completamente equivocada. La meditación consiste en sumergirte de lleno en la realidad. La meditación no nos aísla del dolor de la vida, sino que nos permite ahondar en todos sus aspectos, hasta atravesar la barrera del dolor e ir más allá del sufrimiento.
- La meditación no es un método para alcanzar el éxtasis. Aunque haya veces que la meditación genera sentimientos extáticos y amorosos, ese no es su objetivo ni tampoco es algo que ocurra siempre. Si meditas, además, con ese objetivo, es menos probable que suceda, que si lo haces por el sencillo propósito real de la meditación, que es el de aumentar la conciencia.
- La meditación no es una actividad egoísta. Aunque lo parece estando el meditador sentado en un cojín, sin hacer nada. La intención del meditador es la de limpiar su mente del miedo, los prejuicios y la hostilidad, y está activamente comprometido en el proceso de desembarazarse de la tensión, el egoísmo y la insensibilidad que obstaculizan su compasión por los demás.
- Meditar no es sentarse a pensar en cosas sublimes. Esta es una idea equivocada. Aunque ciertamente existen formas de contemplación que apelan a este tipo de cosas, el Mindfulness está muy lejos de ello. Es una práctica de conciencia que nos permite advertir lo que ya está ahí, independientemente de qué se trate, de la verdad suprema o de una verdad ideal.
- No desaparecen todos tus problemas con un par de semanas de meditación. La meditación, lamentablemente, no es una panacea. Es posible que empieces a percibir cambios ahora mismo, pero hasta pasado varios años, no permitirá sus efectos profundos.
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